TRACE-COVID-19 es un proyecto de salud pública de OSU diseñado para recopilar información oportuna sobre la presencia del nuevo coronavirus en las comunidades y en la Universidad Estatal de Oregón. TRACE utiliza un estándar científico de oro —muestreo aleatorio— para comprender la prevalencia del virus en la población.

El número de personas infectadas es un factor clave de una epidemia. La prevalencia constituye un indicador líder del riesgo que supone el virus para la salud de las personas de toda la población. Nuestro objetivo es informar las políticas y prácticas de salud pública, en la comunidad y dentro de OSU, que frenen la propagación del virus y minimicen el impacto de COVID-19, la enfermedad causada por el virus.

Gran parte de las pruebas realizadas en otros lugares se enfocan en las personas con síntomas, pero esos resultados se quedan cortos para mostrar el alcance total del virus en una comunidad. Eso se debe a que el virus puede estar presente en personas sin síntomas. Manejar una pandemia sin saber cuánta gente está infectada es como manejar un auto sin un volante. El muestreo TRACE ha generado información crítica al proporcionar datos de prevalencia en Corvallis, Bend, Newport, Hermiston y Eugene, así como datos de prevalencia entre los estudiantes, el personal y la facultad de OSU. Estamos trabajando para compartir este proceso con otras comunidades de Oregón y con el apoyo de una subvención de 2 milliones de dolares de la Fundación David y Lucile Packard, se creará un nuevo centro nacional de TRACE con otras agencias de salud pública y socios universitarios de toda la nación.

TRACE también está monitoreando las aguas residuales para detectar la presencia del virus en comunidades como Corvallis, Bend y Newport, y en el campus de OSU. La monitorización continua de aguas residuales proporciona otra forma de detectar y realizar un seguimiento de los cambios en presencia del virus.

Los hallazgos de TRACE ayudan a los funcionarios de salud pública de Oregon a tomar decisiones informadas sobre dónde concentrar los recursos de salud para ayudar a prevenir y abordar COVID-19 de manera más eficaz, e informar la planificación y respuesta de la universidad. Los resultados también ayudan a los miembros de la comunidad y a los participantes de TRACE a tomar decisiones personales sobre su propia salud y la de los miembros de la familia.

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